Es interesante conocer algunas de las
diferencias entre las prácticas administrativas de países específicos, aquí nos
basaremos en generalizaciones.
El plan, el cual se revisa por lo general cada 5 años, persigue la obtención de crecimiento económico, estabilidad de precios, el equilibrio de la balanza de pagos y una favorable situación de empleo. Así pues, además de restringirlos, Le Plan también ayuda a los administradores, ya que les brinda gran cantidad de información de enorme utilidad para sus empresas.
Únicamente en las grandes empresas puede verse
que los procesos relacionados con la administración moderna. Es interesante
mencionar el esquema de incentivos económicos y compensaciones cuyos
beneficios, por lo general, emanan de la gracia del jefe, situación que refuerza
la dependencia subordinado-superior, toda vez que aquél debe congratularse con
el jefe si desea gozar de incentivos económicos o de cualquier otro tipo.
La administración en Australia se ve influida por la inclinación moralista de ese país y por la gran importancia que concede a los valores políticos y sociales, la obtención de logros y la asunción de riesgos.
La administración en Austria (y Alemania) se
caracteriza por la autorrealización y el liderazgo. La independencia y la
competitividad son sumamente valoradas. La tolerancia a la toma de riesgos es
más bien baja.
En Inglaterra la seguridad es muy importante, lo mismo que la industriosidad, la adaptabilidad y la lógica. De igual modo, se valora mucho el individualismo.
Existen grandes diferencias, por ejemplo,
entre los propios administradores estadounidenses, y lo mismo puede decirse de
los administradores de otros países. Además, ninguna sociedad es estática, de
manera que todas están sujetas a cambios con el paso del tiempo. El tradicional
estilo autoritario de los administradores alemanes, por ejemplo, cede
lentamente su lugar a un enfoque más participativo.
En
Francia, la planeación gubernamental a escala nacional (factor condicionante
legal político) permite coordinar los planes de las distintas industrias y
compañías (función administrativa de planeación.
El propósito del gobierno es utilizar más eficazmente los recursos del país y evitar la expansión en áreas no económicas. Aunque la planeación gubernamental (que se extiende también en áreas regionales) es realizada por relativamente pocas, aunque competentes, personas, otros departamentos gubernamentales, así como organizaciones de empleadores, sindicatos y consumidores, cooperan en ella.
El propósito del gobierno es utilizar más eficazmente los recursos del país y evitar la expansión en áreas no económicas. Aunque la planeación gubernamental (que se extiende también en áreas regionales) es realizada por relativamente pocas, aunque competentes, personas, otros departamentos gubernamentales, así como organizaciones de empleadores, sindicatos y consumidores, cooperan en ella.
El plan, el cual se revisa por lo general cada 5 años, persigue la obtención de crecimiento económico, estabilidad de precios, el equilibrio de la balanza de pagos y una favorable situación de empleo. Así pues, además de restringirlos, Le Plan también ayuda a los administradores, ya que les brinda gran cantidad de información de enorme utilidad para sus empresas.
A
veces el plan funge como una estrategia global en beneficio de industrias específicas.
Por
ejemplo, el gobierno francés pretende la integración total de la industria
electrónica para resolver sus deficiencias en procesamiento de información,
aparatos electrónicos de consumo, microelectrónica y automatización. Para
instrumentar esta estrategia, el gobierno planea apoyar varios proyectos
nacionales, como la producción de sistemas de síntesis del habla, mini y
microcomputadoras y grandes macrocomputadoras.
Existe, por supuesto, una estrecha relación en
la planeación gubernamental y las empresas, especialmente las que son propiedad
del gobierno y reciben el apoyo directo de este.
En una conversación sostenida por Jean-Louis
Barsoux y Peter Lawrence se reconoció no sólo la estrecha relación entre
gobierno e industria, sino también el impacto de las grandes écoles
universitarias de elite en la formación de la mentalidad empresarial francesa,
considerada esencial en la administración tanto por el gobierno como por las
organizaciones privadas. Estas escuelas proporcionan los Cadre, la élite administrativa.
Además, las conexiones que
ofrecen son vitales para el éxito administrativo. Lo que se valora de los administradores que
egresan de ellas son su capacidad analítica, independencia y destreza para la síntesis
de datos.
La comunicación escrita se considera muy importante, en demérito sin embargo de la comunicación oral. Estos administradores poseen capacidad intelectual más que de acción. La racionalidad, la solución de problemas y el análisis numérico son importantes para obtener altos puestos administrativos en el gobierno y la iniciativa privada.
La comunicación escrita se considera muy importante, en demérito sin embargo de la comunicación oral. Estos administradores poseen capacidad intelectual más que de acción. La racionalidad, la solución de problemas y el análisis numérico son importantes para obtener altos puestos administrativos en el gobierno y la iniciativa privada.
No es inusual que los administradores trabajen
alternadamente en estos dos ámbitos.
No obstante, el modelo administrativo francés
padece también ciertas deficiencias. Puede limitar a los administradores en el
manejo de datos no cuantificables o no “racionales" y en la respuesta
rápida a cambios en las condiciones, así como obstruir la selección de los
mejores administradores dada la mayor importancia concedida a los lazos
escolares que al desempeño. Aunque es probable que las características
administrativas francesas también resulten limitantes en términos de la
adopción de una perspectiva global, lo cierto es que los administradores galos
en general apoyan por completo a la Unión Europea, a la que conciben como una
oportunidad para restructurar a la Nueva Europa.
Antes, y en menor medida en la actualidad, las
condiciones culturales alemanas favorecían la dependencia respecto de la
autoridad en la dirección de la fuerza de trabajo, lo que, sin embargo, a
menudo adoptó la forma de un autoritarismo benevolente (función administrativa
de dirección). Incluso hoy en día, y aunque en ocasiones los administradores dan
muestras de interesarse en sus subordinados, también esperan obediencia. Es
casi una paradoja que, por un lado, el estilo administrativo alemán se
caracterice por el uso considerable de la autoridad mientras que, por el otro,
la fuerza de trabajo esté representada por ley y participe activamente en la
administración de grandes empresas.
En 1951 se emitió una ley que imponía la
codeterminación, la pertenencia de trabajadores al consejo de supervisión y el
comité ejecutivo de ciertas grandes empresas. Además, un director procedente de
las filas de los trabajadores debe ser elegido miembro del comité ejecutivo.
Este puesto es difícil. Se supone que estos directores deben representar los
intereses de los trabajadores y, al mismo tiempo, tomar decisiones
administrativas en beneficio de la empresa.
La administración japonesa atrae mucha
atención, debido en parte al éxito económico de las empresas japonesas. Pero
también la República de Corea (Corea del Sur, a la que aquí nos referiremos
sencillamente como Corea) ha exhibido notables tasas de crecimiento económico
(9.9% en 1995), a pesar de lo cual sus prácticas administrativas son menos
conocidas.
Sería incorrecto suponer que la administración coreana es una simple prolongación de la administración japonesa. No es así, si bien entre ambos países existen semejanzas culturales y estructurales, como el predominio de poderosos conglomerados empresariales. El modelo coreano se ha caracterizado por el chaebol, la estrecha asociación entre el gobierno y los conglomerados industriales. Sin embargo, el presidente Kim Young Sam dijo: "Necesitamos encontrar un mejor equilibrio entre grandes y pequeñas empresas. No podemos permitir que el chaebol crezca a expensas de las pequeñas empresas "
Sería incorrecto suponer que la administración coreana es una simple prolongación de la administración japonesa. No es así, si bien entre ambos países existen semejanzas culturales y estructurales, como el predominio de poderosos conglomerados empresariales. El modelo coreano se ha caracterizado por el chaebol, la estrecha asociación entre el gobierno y los conglomerados industriales. Sin embargo, el presidente Kim Young Sam dijo: "Necesitamos encontrar un mejor equilibrio entre grandes y pequeñas empresas. No podemos permitir que el chaebol crezca a expensas de las pequeñas empresas "
En Japón los administradores enfatizan la
armonía y cohesión grupales, expresadas en el concepto de wa; el concepto coreano
de inhwa también significa armonía, pero con menor acento en los valores
grupales. Las organizaciones son sumamente jerárquicas y los puestos clave son
ocupados por miembros de una misma familia. Más allá de las relaciones de
consanguinidad, entre los factores que influyen en las decisiones de contratación
están la institución educativa de procedencia y el hecho de provenir de la
misma región geográfica que el director general. El estilo de liderazgo puede
describirse como descendente o autocrático/paternalista.
Este enfoque permite a las empresas ajustarse rápidamente a las demandas impuestas por las circunstancias mediante la emisión de órdenes. No impera el empleo de por vida. Los índices de rotación de la fuerza de trabajo son altos en comparación con los muy reducidos de Japón. La rotación es atribuible principalmente a la decisión de los individuos de abandonar su empleo más que a despiadados. En general, la administración coreana es diferente a las prácticas administrativas tanto japonesas como estadounidenses.
Este enfoque permite a las empresas ajustarse rápidamente a las demandas impuestas por las circunstancias mediante la emisión de órdenes. No impera el empleo de por vida. Los índices de rotación de la fuerza de trabajo son altos en comparación con los muy reducidos de Japón. La rotación es atribuible principalmente a la decisión de los individuos de abandonar su empleo más que a despiadados. En general, la administración coreana es diferente a las prácticas administrativas tanto japonesas como estadounidenses.
En México se puede encontrar que conviven
diversos esquemas de administración: desde la administración no profesional con
que se manejan la mayoría de las microempresas (muchas de ellas de carácter
familiar), hasta la administración típica de las empresas más grandes del país,
en las que predomina la presencia de administradores profesionales (entre ellos
un creciente número de posgraduados) y, en gran medida, los enfoques administrativos
estadunidenses marcan las principales líneas de acción administrativa, incluyendo
las técnicas vanguardistas aplicables a la administración en los países de
mayor desarrollo socioeconómico.
No existen muchos estudios sobre la realidad de
la administración empresarial en el país, sin embargo, es un hecho ostensible
que tiene un estilo propio y en los pocos trabajos que se han realizado al
respecto se destaca, como una de las características principales de la
administración mexicana, el excesivo centralismo que existe en cuanto a la toma
de decisiones. Lo anterior muy probablemente pudiera ser consecuencia de la
forma en que se ve la figura de autoridad, misma que se centra en el poder
derivado de la posición en la estructura organizacional y genera un fuerte
sentido de obediencia por parte de los subordinados, aunque en ocasiones sea
sólo un reflejo del temor a perder el empleo.
Destaca también el hecho de que los ascensos
obedecen más al grado de influencia que se tenga sobre el superior inmediato
que a la preparación, conocimientos y habilidades del individuo.
Debido a lo anterior, se refuerza la dependencia en el superior y una lealtad a su persona que supera en grado a la lealtad para la empresa u organización, dando lugar a que la autoridad se ejerza de forma paternalista y, como consecuencia, un tanto de manera autoritaria, obstaculizando notoriamente la participación de los empleados de los niveles inferiores en la toma de decisiones. Este verticalismo será mayor cuanto más lo sea el grado de centralización de la toma de decisiones en la empresa, razón por la cual las empresas de menor tamaño (manejadas casi siempre directamente por sus propietarios) lo exhiben de manera sobresaliente.
Debido a lo anterior, se refuerza la dependencia en el superior y una lealtad a su persona que supera en grado a la lealtad para la empresa u organización, dando lugar a que la autoridad se ejerza de forma paternalista y, como consecuencia, un tanto de manera autoritaria, obstaculizando notoriamente la participación de los empleados de los niveles inferiores en la toma de decisiones. Este verticalismo será mayor cuanto más lo sea el grado de centralización de la toma de decisiones en la empresa, razón por la cual las empresas de menor tamaño (manejadas casi siempre directamente por sus propietarios) lo exhiben de manera sobresaliente.
En una buena parte de las empresas,
particularmente entre las de menor tamaño observa también poco interés por la
función administrativa de planeación, habiendo incluso quienes argumentan que
en el entorno de los negocios mexicanos no es posible diseñar planes de largo
alcance (como los de carácter estratégico), fundamentalmente debido a que las
condiciones económicas y políticas del país no facilitan la consideración de
premisas válidas para el largo plazo. En lo referente a las funciones de organización
e integración del personal pueden observarse también importantes deficiencias,
siendo éstas más claramente observables tanto menos profesionalizados se
encuentren quienes ocupan los puestos administrativos.
Debido al excesivo centralismo en la forma de
dirigir las empresas, es obvio que los controles se centren más en verificar
que se haga lo ordenado por los superiores, más que verificar que las
actividades cumplan un nivel de desempeño en función de necesidades y deseos de
los clientes o de las demandas impuestas por el cambiante ambiente externo.
Se espera que buena parte de lo anterior cambie
en el futuro pues, como efecto de la urgencia por volverse más competitivas,
las empresas mexicanas tendrán que volverse más abiertas, permitiendo una mayor
participación de los niveles inferiores en la toma de decisiones, prestar una
mayor atención a la planeación (particularmente a las de carácter estratégico y
contingente), administrar a los recursos humanos con miras a motivar altos
niveles de desempeño y centrar más el control desde el punto de vista de la
razón de ser de las empresas: la satisfacción del cliente.
FACTORES
ESPECÍFICOS CON INFLUENCIA EN LA ADMINISTRACIÓN EN OTROS PAÍSES
La administración en Australia se ve influida por la inclinación moralista de ese país y por la gran importancia que concede a los valores políticos y sociales, la obtención de logros y la asunción de riesgos.
Los italianos son muy competitivos, pero gustan
al mismo tiempo de la toma grupal de decisiones.
En Inglaterra la seguridad es muy importante, lo mismo que la industriosidad, la adaptabilidad y la lógica. De igual modo, se valora mucho el individualismo.